¿Lo habías pensado? Te imaginas que ingreses a la página de tu banco para consultar tu cuenta y te aparezca algo parecido a lo siguiente:
Saldo total: 100.000 $.
Saldo disponible: 5.000 $.
Sí, leíste bien. ¿Qué pensarías? Sí, sé que dan ganas de llorar y rabia. Tienes dinero pero a la vez no lo tienes. Pues bien, aunque no te guste este escenario esto es lo que ocurre con muchos alimentos que comes. Te explico...
Saldo total: 100.000 $.
Saldo disponible: 5.000 $.
Sí, leíste bien. ¿Qué pensarías? Sí, sé que dan ganas de llorar y rabia. Tienes dinero pero a la vez no lo tienes. Pues bien, aunque no te guste este escenario esto es lo que ocurre con muchos alimentos que comes. Te explico...
Verás, muchas personas creen que sólo con ver la información nutricional de un alimento o producto, ya sea por internet, mediante un libro o directamente viendo la etiqueta de un producto, es suficiente para decir que la espinaca tiene más hierro que la carne o que las algas marinas contienen más calcio que la leche. Pues bien, una cosa es el hierro o calcio que poseen en total y otro muy diferente es la cantidad que el cuerpo absorbe o utiliza de ese mineral (disponibilidad).
Quiero hacer énfasis en esta parte. Y lo repito nuevamente porque incluso cuando yo era estudiante de nutrición me costó entenderlo. El hecho de que veas un producto cuyo etiquetado diga "proteínas: 2,1 gramos" no significa que todos esos 2,1 gramos llegarán a tus células.
Mira este ejemplo: Gabriela es una chica de unos 30 años de edad, quien asiste al nutricionista porque siente que no se alimenta bien. Es una de las tantas personas hoy en día que come lo que se encuentra, lo cual se podría decir que es otro tipo de "baja disponibilidad alimentaria". No tiene una dieta variada sino, por el contrario, casi todos los días come lo mismo. Sin embargo, alega que come torticas de espinaca todos los días para que le aporte hierro, también dice que toma suficiente calcio a través de café con leche todos los días y un suplemento de vitamina C (ácido ascórbico sintético) para prevenir gripe. Gaby es una chica muy activa porque estudia y trabaja de lunes a viernes, tiene 2 hijos y se queja de estar cansada todo el tiempo.
El caso anterior, aunque es un ejemplo, no es difícil de imaginárselo ya que es un caso muy común. Quizá ya estés pensando en lo que está mal con Gabriela, y quiero que analicemos juntos lo que ocurre:
1) Cien gramos de espinaca tienen aproximadamente 2,7 miligramos "totales" de hierro, mientras que 100 gramos de carne contienen 1,3 miligramos de este mineral. A simple vista podrás pensar que la espinaca es una mejor opción. ¡Pero no tan rápido! La espinaca posee unos compuestos llamados fitatos que impiden que ese hierro sea disponible, es decir, secuestran este mineral para que no se absorba. Tanto es así que sólo el 20% del hierro de la espinaca está disponible. Es decir, hierro total: 2,7 mg, hierro disponible: 0,54 mg. Si entendemos esto bien podemos llegar a la conclusión de que tendríamos que consumir 240 gramos de espinaca para satisfacer el hierro que nos aporta un bisteck de 100 gramos. ¿Qué tal?. Por cierto, ¿cuánto habrá ganado la industria de la espinaca cuando Popeye estaba de moda?
2) Al igual que los fitatos existen otros "antinutrientes" llamados taninos, y el café está lleno de éstos. Los taninos atrapan el calcio de la leche haciendo que éste no sea absorbido. Son más rudos que los fitatos porque hacen que nada del calcio se absorba. Por esta razón, si crees que porque tomas café con leche todos los días estás obteniendo tu dosis diaria de calcio... lamento desilusionarte. Los cereales integrales también contienen fitatos, por lo que 200 gramos de pan integral pueden hacer que nada del calcio del café con leche sea utilizado.
Orina cara: llena de vitaminas. |
3) El caso de los suplementos es un tema más interesante. Tanto los suplementos sintéticos (creados en laboratorios) como los naturales (provenientes de plantas) sí son absorbidos por el cuerpo. Esto quiere decir que desde que son ingeridos por la boca pasan todos los obstáculos (saliva, enzimas, jugos gástricos, pared del intestino) hasta llegar a la sangre. Sin embargo, el hecho de encontrarse ya en la sangre no significa que sean absorbidos por la célula. Muchos estudios demuestran que tanto los suplementos naturales como los sintéticos tienen una tasa de absorción muy similar a nivel del intestino. Sin embargo, a nivel celular los suplementos sintéticos son muy poco absorbidos. Se quedan en sangre y son filtrados por el riñón. Por esto es que cuando tomas un complemento vitamínico elaborados por esos laboratorios orinas muy oscuro, ¿lo has notado?. Porque literalmente estás botando todas esas vitaminas. Tus células los rechazan. Las vitaminas artificiales (cebión, dayamineral, supradyn, miovit, etc.) son excretadas por la orina en mayor cantidad (hasta un 95%) que las vitaminas naturales (20%). Entonces, ¿de qué sirve tomar 80 mg de vitamina C sintética si sólo nuestras células usan 4 mg? ¿Cuántas cápsulas necesitaríamos tomar para llegar a utilizar los 80 mg? ¿Veinte al día?.
Otro factor muy importante que influye directamente en cuánto vas a absorber, y que jamás te dicen, son tus emociones. Cuando tienes algún tipo de estrés (preocupación, miedo, angustia, culpa, rabia, etc.), se activa algo llamado "sistema nervioso simpático", el de lucha o huída. Este mecanismo prepara a nuestro cuerpo a correr y desactiva nuestro metabolismo, y por ende nuestra absorción de nutrientes. Por ejemplo, si vemos a un león, no estamos pendientes de comer, beber y hasta las ganas de ir al baño se nos quitan. Simplemente huimos. Nuestro cuerpo deja de enviar sangre a nuestro tubo digestivo y envía sangre a los músculos de las piernas para prepararlas a correr. Puede que este ejemplo te parezca exagerado porque no vemos leones muy a menudo, pero sucede lo mismo cuando tienes un examen mañana, cuando ves noticias negativas todo el día, cuando te rodeas de gente tóxica, etc. Para nuestro cuerpo estrés es estrés.
En conclusión, ¿con toda esta información qué consideras que debemos hacer? Con este artículo no te digo que ahora no comas pan integral, ni café con leche ni espinaca. La idea era orientarte para que no sólo te alimentes sino que te nutras. Y la primera nutrición comienza por nuestra mente. Si deseas asesoría nutricional para alcanzar tu peso o la salud que siempre has querido, puedes comunicarte conmigo enviándome un correo electrónico a franklinja.com@gmail.com
Otros artículos que te pueden interesar:
Otros artículos que te pueden interesar:
Gracias Franklin excelente explicación hace varios años escuche hablar a la señora Maria La Justicia por youtube siendo ella una química dando una clase magistral sobre lo que escribes te felicito por la forma tan sencilla y clara de dar mejores datos felicitaciones y éxitos
ResponderEliminarMe encantó tu artículo Frank, gracias por tan poderosa información.
ResponderEliminarPoderosa información!
ResponderEliminarmuy ameno y sencilla la explicacion ,tantas cosas reales que se ignoran y tantas mas las erroneas que se creen
ResponderEliminar