Primero tenemos que saber que el yogurt en general es un producto lácteo que ha sido fermentado por uno o varios grupos de bacterias. La definición de yogurt griego actualmente es muy distinta a lo que significaba hace algunos años. Antiguamente lo que se conocía como "yogurt normal" era aquel yogurt que provenía de leche de vaca mientras que el yogurt griego era aquel que provenía de leche de cabra. Algunas veces provenía de leche de oveja pero generalmente era de leche de cabra.
El yogurt griego es un yogurt más espeso, más aflanado, que por lo general no está coloreado ni saborizado y sólo dura unos pocos días en la nevera. Otra diferencia son las propiedades nutricionales que presentan los yogurt "normales" en relación al yogurt griego. El problema es que los yogurts procesados no tienen el mismo valor nutricional que lo que ahora se conoce como yogurt griego. El beneficio de consumir yogurt básicamente está en el contenido de bacterias que son generalmente de la familia Lactobacillus que nos aportan beneficios principalmente para la digestión. En nuestro colon tenemos gran cantidad de bacterias y los Lactobacillus ayudan a mejorar el proceso digestivo. Entonces, un yogurt que nos proporcione una buena cantidad, calidad y variedad de este tipo de bacterias nos va a beneficiar la digestión. Pero lamentablemente los yogurts procesados, justamente al pasar por este proceso de fabricación en los que están la colorización, la saborización, los preservantes y los conservantes que le agregan, hacen que se pierdan en gran medida el valor nutricional y a su vez las bacterias que este yogurt debería proporcionarnos. Lo que significa que no nos aportan ni una buena cantidad, ni calidad de estas bacterias.
La cantidad de bacterias y el proceso de fermentación hace que el yogurt griego sea espeso y aflanado, cosa que no se ve en los yogurts comerciales porque el proceso de fermentación y la cantidad de bacterias que tienen no es la misma que posee el yogurt griego. Por otro lado, un yogurt que dura meses en la nevera no es un producto natural. Los productos que duran mucho tiempo en la nevera no son productos naturales, mucho menos cuando hablamos de productos lácteos. En cambio, el yogurt griego solo te dura algunos días en la nevera y ahí puedes notar su proceso de descomposición . Esto es un proceso natural por el que pasan todos los alimentos. Entonces, ya por ahí te das cuenta que los "yogurts normales" no son del todo naturales.
En resumen, los yogurts que conocemos como normales son realmente productos procesados en donde sus propiedades nutricionales están realmente comprometidas. En cambio, el yogurt que ahora conocemos como griego es un producto más natural y por lo tanto benéfico para la salud.
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