¿Cuál es el mejor horario para ejercitarse y quemar grasas?

    Cuando mejora el tiempo y los días están más calurosos se incrementa el interés por hacer ejercicio para estar en óptimas condiciones físicas  para el verano, algunos prefieren la rutina deportiva en las mañanas y otros, por la tarde; sin embargo, el horario repercute de manera distinta para nuestro cuerpo y mente.

   Un estudio realizado en Bélgica y publicado por The Journal of Phisiology evidenció que entrenar a primera hora del día es más beneficioso a la hora de quemar grasas y desde el punto de vista del consumo calórico, además contribuye al equilibrio del sistema endocrino y los ritmos biológicos.

   Durante el experimento se analizaron a 28 hombres jóvenes, cuya alimentación fue modificada con un 50% más de grasas de lo que comían habitualmente y un 30% más de calorías. Se dividieron en tres grupos: uno no hizo actividad física; el segundo desayunaba de forma abundante antes de practicar deportes y tomaba bebidas para deportistas mientras hacía ejercicio; y el último realizaba sus rutinas deportivas antes del desayuno, ejercitaba con agua y al terminar ingería alimentos, en la misma cantidad que los demás.

   Luego de seis semanas, el primer grupo engordó un promedio de tres kilos y elevaron los niveles de azúcar, desarrollando resistencia a la insulina. Los que tomaban desayuno y luego practicaban deportes, sólo la mitad de ellos subió de peso, pero también incrementaron el azúcar y acumularon grasa en los músculos.

   Lo sorprendente fueron los resultados del último grupo, pues prácticamente no engordaron, no tuvieron alza en el azúcar y quemaron más grasas, concluyendo que, aunque se coma en grandes cantidades, el ejercicio en ayunas es más efectivo. Por tanto, practicar deportes antes del desayuno demostró ser muy eficaz ante los efectos negativos de una alimentación desbalanceada, con mucha grasa y calorías.

Otros beneficios del deporte en la mañana

- Incrementa el ritmo cardíaco y produce un efecto acelerador del metabolismo durante las horas posteriores.

- Brinda beneficios musculares, esqueléticos y cardiovasculares.

- Entrega energía física y acrecienta la agudeza mental durante horas y la capacidad de enfrentar las actividades cotidianas.

- Se liberan varias hormonas como la endorfina, que se conoce como la hormona del buen humor.

- Aumenta la circulación cerebral, generando una sensación de alerta.

- La contaminación atmosférica es menor durante la mañana.

    Por experiencia personal les puedo contar que vale la pena hacer el esfuerzo y madrugar para practicar ejercicio, pues produce gran vitalidad para enfrentar la jornada diaria y los resultados físicos y anímicos son evidentes. Por otra parte, existe algo de controversia en cuanto a los ejercicios en ayunas: algunos los avalan y otros los critican. Lo importante, para mi,  es realizar una actividad física en ayunas que sea suave, como caminar durante 30 minutos. El problema se origina cuando se entrena muy fuerte en ayuno ya que mientras más alta sea la intensidad del ejercicio el cuerpo preferirá un combustible más rápido y de moléculas más pequeñas que la grasa. Este combustible es la glucosa proveniente del glucógeno muscular y es aquí cuando se detiene el uso de la grasa como combustible para el ejercicio. Si le agregamos a esto el hecho de estar en ayuno, en el que la glicemia ronda los límites inferiores, entonces se puede originar los tan desagradables mareos. En fin, según estudios la quema de grasa es mayor cuando existen condiciones catabólicas como: baja insulina en sangre (logrado antes de comer en personas sin resistencia a la insulina), y realizando ejercicios suaves cuando se está comenzando (caminar, nadar, bailar, bicicleta) a un ritmo que puedas durar un mínimo de 30 minutos "sin parar". Si entrenamos muy fuerte comenzando, aparte de cansarnos más, degradar más masa muscular y poder marearnos más, no habríamos quemado grasa ya que en su mayoría fue glucógeno muscular (carbohidrato) que por lo general cuando se agota proviene un incremento del hambre, empeorando aún más la situación. Si lo que se quemó fue grasa en su mayoría, no deberías tener demasiada hambre luego de entrenar.

    En conclusión y pese a lo anterior, debido al escaso tiempo con el que contamos en la actualidad,  el mejor momento para una rutina de actividad física es el que te resulte más conveniente, pues la idea es ser constantes y entrenar frecuentemente haciendo algo que te guste, más allá de hacer algo obligado hasta llegar a la meta y luego no volver a ejercitarte. Claro está, complementando tu actividad física con una alimentación saludable, rica en verduras, frutas, fibras y proteínas.