La nutrición y la dietética son cosas diferentes

     Actualmente muchas personas están interesadas en la alimentación. Basta con ver en Instagram y demás redes sociales la gran cantidad de personas que publican información acerca de las propiedades o beneficios de ciertos alimentos. Y eso me parece estupendo porque se ha logrado una mayor información en la población acerca del tema. Lo que me preocupa es cuando esas personas se hacen llamar "nutricionistas". Una cosa es ser dietista y otra muy distinta es ser un nutricionista. ¿Sabes las diferencias? Si no las sabes, no te culpo, yo tampoco las sabía hasta hace como un mes, y este mes de julio cumplí 8 años de graduado.  

La nutrición no siempre concuerda con la dietética

      Comencemos por definir a un dietista. Éste es el especialista en dietas, y cuando digo "dietas" no significa el que te hará pasar hambre sino quien te explica acerca de todo aquello que "se puede ver". Por ejemplo, la arepa forma parte de la dieta del venezolano: la puedes ver blanca, amarilla, de queso, carne esmechada, etc. El aceite de oliva forma parte de la dieta mediterránea: está el virgen, el extravirgen, etc. Y así cosas por el estilo. Cuando alguien te habla acerca de las propiedades del aguacate, de la linaza, de la chía o cualquier otro alimento, se trata de un dietista, ya que te está informando acerca de los análisis que se le han hecho a estos alimentos en un laboratorio. Bueno, se supone que tiene dicha información de los estudios. Pero existen otras personas que sólo repiten lo que han escuchado. ¡Cuidado con ellos! Pueden decirte que aún la tierra es plana.

¿Pero por qué no da?

      Por el contrario, un nutricionista estudia lo que "no se puede ver" tan fácil, es decir, aquello que pasa dentro del cuerpo. Un nutricionista estudia el conjunto de reacciones bioquímicas que ocurren dentro del organismo luego de que se consume un alimento. Es el que intenta analizar si dentro del organismo ocurre realmente lo que dice la teoría fuera de éste. Es aquel que comprende que aunque un alimento contenga un determinado nutriente no todo ese nutriente se absorberá una vez consumido. Es el que comprende que aunque la dietética puede contribuir con la nutrición, es algo general que no toma en cuenta los factores hormonales internos que pueden alterar absolutamente todo lo que se preveía. 

    Imagínate que estás escribiendo una carta en tu computadora usando el programa Word. Al proceder a imprimirla ya puedes tener una idea de cómo quedará, esto es la dietética. Ya tienes una idea preestablecida. Sin embargo, al revisar la hoja impresa te percatas que apareció un signo de puntuación en un lugar que no debería estar. Vuelves a imprimir la hoja y ahí está nuevamente el signo de puntuación. Ahí comienza la investigación: ves en el monitor para ver si fue que te equivocaste, pero no, en la pantalla no aparece ese signo. Vuelves a imprimir y ves de nuevo el condenado signo en la hoja. ¿Será la impresora, el programa, la hoja? ¿Qué será? ¿Pero si en la pantalla todo está bien? ¡Esto equivale a la nutrición!

     Podrás ver entonces que el nutricionista es un científico. Es alguien que coloca bajo experimentación una teoría o un mito popular. Sin embargo, el nutricionista también comprende el poder de la parte subjetiva: las creencias o emociones humanas. Comprende que un estudio científico no es suficiente para cambiar una conducta arraigada por mucho tiempo. Comprende que el peor mito nutricional bien vendido a la población vale más que el mejor estudio científico que no puede ser vendido y aceptado por la gente. En otras palabras, podrías sacar como conclusión que un nutricionista está en un nivel superior que un dietista. Pero como todos somos humanos, es muy fácil confundirnos y ser dietistas cuando pensamos que estamos siendo nutricionistas. Por ejemplo, hablar de calorías y de la cantidad de nutrientes que aparecen en los etiquetados es ser dietista, no nutricionista. Hablar que un alimento causó un determinado efecto en una población estudiada, es ser nutricionista. Sin embargo, no todo termina aquí, ahora tiene que hacer que dicho hallazgo sea aceptado por la población que ya venía consumiendo dicho alimento con creencias establecidas. Por esta razón es que el nutricionista debe ser científico, técnico y humanista a la vez.