Mientras escribo estas líneas estoy viendo una publicación por Instagram de uno de mis colegas nutricionistas. La publicación que ves a la derecha. Cada párrafo de lo que escribe y comenta tiene al final su fuente. Cada mito nutricional trata de desmentirlo con su respectiva referencia bibliográfica (Autor, año).
Ésta fue la forma que me enseñaron a mí también en la universidad: que todo tiene que venir respaldado por una fuente confiable o evidencia de peso. Pero si me lo permites quiero comentarte ciertas cosas que probablemente no sabías...
1) Tener evidencia científica NO es ser científico:
Considero que muchos profesionales de la salud nos escudamos detrás de un estudio científico para poder hablar. Pienso que tenemos tanto miedo de cometer errores y miedo al qué dirán o a la crítica que esperamos años a que salga un estudio científico para grabárnoslo de memoria, exponerlo en eventos para que nos admiren y poder dar recomendaciones. Si tratamos al paciente y éste no tiene el resultado esperado, pues resulta que quien falló es el paciente porque al fin y al cabo uno como experto está respetando lo que dice la evidencia o el estudio, ¿no?.
2) Repetir NO es estudiar:
Ésta fue una de las cosas que le costó más a mi ego de aceptar, luego de haber estudiado tanto. Estudiar es pensar, cuestionar, hacernos preguntas, desafiar lo ya establecido, no temer a cometer errores. Cometiendo errores es la única forma que podemos avanzar y aprender realmente. No se aprende a nadar leyendo ni recitando libros de natación. Te pregunto: ¿podré usar un estudio hecho en Suecia y basarme en éste para dar recomendaciones a los venezolanos? ¿Será lo mismo?
La educación tradicional nos enseña a tenerle miedo a los errores. Miedo a intentarlo. Miedo a crear. Miedo a contradecir al profesor. No nos permite hablar si no tenemos una fuente de "alguien que sí se haya atrevido a innovar y a correr el riesgo que no queremos correr".
La educación tradicional nos enseña a tenerle miedo a los errores. Miedo a intentarlo. Miedo a crear. Miedo a contradecir al profesor. No nos permite hablar si no tenemos una fuente de "alguien que sí se haya atrevido a innovar y a correr el riesgo que no queremos correr".
3) La Realidad:
Puede que te impacte esto, pero más del 80% de los estudios de hoy en día no son confiables. Y te diré por qué. Anteriormente los Estados designaban presupuestos millonarios a las universidades para que éstas hicieran estudios científicos o ensayos clínicos. Hoy, la realidad es que eso ya no ocurre, o al menos muy pero muy poco. Si las universidades desean hacer un estudio científico deben aliarse con una empresa que los financie. Y como tú comprenderás, ninguna empresa va a invertir para que el resultado de dicho estudio la perjudique. Aquí es donde aparecen los famosos conflictos de intereses de los estudios . Por ejemplo, salió un estudio alegando que no existe relación entre consumir azúcar en exceso y el riesgo de cáncer. Y este estudio fue financiado por Coca Cola. ¿Confiarías?
Esto yo lo veía muy a menudo en mi época de estudiante, cuando asistía a los seminarios y congresos de salud o nutrición y veía stands de laboratorios farmacéuticos y de suplementos que financiaban o patrocinaban el evento. En ese momento, yo, inocente e ignorante de lo que ocurría, no sabía por qué eso era así. Y cuando se subía alguien al estrado a hablar de lo bueno de Gatorade, Glucerna, GNC o de otro producto, pues le creía. Porque lo decía un profesional de la salud, ¿no? Quien resulta que también forma parte del sistema y quizá no lo sabe.
Esto te lo confirmo cuando trabajé en una empresa del gobierno aquí en Venezuela. Trabajé en el departamento de investigaciones nutricionales y participé en un estudio que quería determinar el porcentaje (%) de sobrepeso y obesidad en el país. Luego de recoger datos a través de encuestas por más de tres años en todo el país, te puedo decir que los resultados fueron alterados porque eso no le convenía al gobierno.
Entonces, ¿sigues creyendo en la evidencia científica? Cuidado con esos expertos que siempre se amparan en los papers o estudios. Esos que les gusta citar muchos estudios científicos para allá y para acá y que te piden referencias de cada palabra que dices. Creo que hay que respetarlos pero no hacerles mucho caso. Como a nuestros padres: yo amo y adoro a mis padres pero eso no significa que seguiré todos sus consejos, ¿o sí?. Debemos respetarlos obviamente porque en el fondo no lo hacen con mala intención. En cuanto a los expertos, pues así nos formaron. Formamos parte del sistema y no lo sabemos. Bueno, algunos sí saben lo que hacen y lo siguen haciendo porque desean mantener su trabajo, y no los culpo, porque aunque queramos aparentar que somos objetivos y racionales, en el fondo somos emocionales. Pero bueno, ésta es la realidad detrás de esa "evidencia científica".
Con este artículo no pretendo atacar a nadie, sólo cuestionar, porque creo que ya es hora de despertar ante todo lo que vivimos. Yo no soy el "iluminado" ni el que se las sabe todas. Tengo muchos defectos y debilidades: ya casi no tengo cabello, algunos días amanezco molesto, no me gusta mi nariz, llegué a estar bajo peso, etc., etc. Tengo muchas cosas qué corregir, y me cuestiono a mí mismo todos los días. Pero como te digo eso también te digo lo siguiente: tuve la fortuna de ser investigador y de hacer ensayos clínicos antes de ver pacientes. Y te puedo decir que una cosa es leer lo que hacen otros investigadores y otra cosa muy diferente es hacer el estudio tú. La mayoría de los investigadores no ven pacientes. Y la mayoría de los que ven pacientes no investigan. Y esto es una de las causas por las que aquello que se descubre hoy, no llega a la gente sino 20 años después.
4) ¿Qué hacer entonces?
Sé que los seres humanos necesitamos creer y confiar en algo y en alguien. En este caso confiar en quienes resguardan nuestra salud. No obstante, también tenemos que ser cautos al momento de creer. No creas en lo que te dije aquí pero tampoco creas mucho en los estudios científicos de hoy. Cuidado con quienes te dicen esa trillada frase: "comprobado científicamente". Si eres colega ve quién financia dichos estudios. Si ves un estudio publicado intenta comunicarte con el autor vía correo electrónico e indaga más. Si no eres profesional de la salud no te preocupes, sólo con tener consciencia de esto que te acabo de decir es suficiente.
Te invito a leer este artículo nuevamente. Te sorprenderás porque al hacerlo leerás cosas que no leíste la primera vez. Así es nuestra mente de sesgada.
Sígueme por instagram y telegram para debatir o digerir más la información. Duda de todo, cuestiona todo, se flexible ante tus creencias, comprendiendo siempre que lo que sabemos hoy en día quizá no sea cierto. Son sólo creencias que nos impusieron y que no son nuestras. Y muchas nos limitan porque nos las creímos.
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